El alma comprende que la vida es una escuela, y desea volver a esa escuela de la vida para perfeccionarse
El alma abatida dentro del seno del infinito ve a millares
de seres inefables o ángeles, Arcángeles, Tronos, Virtudes, Potestades, etc., y
entonces, comprende que esos seres divinos fueron hombres que se perfeccionaron
y que sufrieron muchísimo en la escuela de la vida. El alma comprende que la
vida es una escuela, y desea volver a esa escuela de la vida para
perfeccionarse. Cuando el alma quiere volver a esa escuela de la vida para
perfeccionarse, cuando el alma quiere volver al mundo, entonces los ángeles del
destino llevan a esa alma a un nuevo hogar: los ángeles del destino unen al
alma o mejor dijéramos conectan el alma en el espermatozoide del semen del
padre.
Ese espermatozoide elegido por el alma que va a nacer, hace
fecunda la matriz. Entre el vientre materno el alma permanece durante nueve
meses, formando su nuevo cuerpo físico. No obstante, el alma no está prisionera
porque puede entrar y salir del vientre materno y de su cuerpo cada vez que
quiera. A los nueve meses nace el alma con su nuevo cuerpo de niño.
Si en la pasada reencarnación hicimos mucho mal al prójimo
entonces nos toca ahora sufrir las consecuencias y nacemos con muy mala suerte:
los negocios nos fracasan, la miseria nos persigue y sufrimos inmensamente. Si
antes le quitamos la mujer a otro, entones, ahora nos la quitan a nosotros; si
fuimos malos padres, sino supimos ser buenos con los hijos, entonces nos toca
nacer en un lugar más amargo que la hiel. Los padres nos harán sufrir a
nosotros en la misma forma en que nosotros hicimos sufrir a nuestros hijos en
la pasada reencarnación. El que siembra rayos, no tiene más remedio que
cosechar tempestades. El que siembra su maíz que se coma su maíz, cada quien
cosecha lo que siembra. Si Dios enviara un alma a nacer entre las comodidades
sin haber hecho algún bien, y a otros, sin haber hecho algún mal y los hicieran
nacer en la miseria, ¿dónde estaría la justicia de Dios?
Un genio llega a ser genio porque en millones de vidas ha
venido luchando por perfeccionarse. Nosotros somos la resultante de nuestras
pasadas reencarnaciones. Con la vara con que midieres, seréis medidos. Existen
42 maestros del Karma. El Karma es la Ley de la Compensación.
En cada reencarnación somos nosotros más y más perfectos.
Hemos venido millones de veces a este mundo, y nos toca seguir viviendo, hasta
que nos volvamos perfectos.
Existe un sistema para recordar nuestras pasadas
reencarnaciones: este sistema es el ejercicio retrospectivo. El discípulo se
acuesta en su cama todas las noches y entonces practica el ejercicio retrospectivo.
Comenzará el discípulo por recordar todas las cosas acaecidas, una hora antes
de acostarse, dos horas antes, de todos los instantes de la tarde y de la
mañana ocurridos durante el día. Se esforzará el discípulo por recordar todas las
cosas de la víspera y de la antevíspera. Se debe hacer por recordar todo lo
sucedido durante un mes, en dos mese, en tres, en un año, en diez años, veinte
años atrás, hasta recordar minuciosamente toda la historia de su vida.
Haga el discípulo por recordarse los primeros cinco años de
su vida. El discípulo notará entonces que esto es muy difícil. Estos años son
muy difíciles de recordar; pero hay un secreto para recordarlos: el discípulo
debe adormecerse pronunciando mentalmente los Mantrams (palabras de poder)
siguientes: RA-OM… GA-OM… El discípulo se adormecerá pronunciando estas dos
palabras mentalmente y esforzándose en recordar en sus sueños todas las cosas
que le sucedieron en los cinco primeros años de su historia, de la infancia.
Los sueños son verdaderos. Nuestros discípulos deben abrir
la Biblia y estudiar el libro de Daniel para que aprendan.
Después de haber recordado nuestros discípulos toda su vida
actual, entonces deben esforzarse por recordar los últimos momentos de su
pasada reencarnación. Si el discípulo logra dormirse tranquilamente haciendo
esta práctica entonces en fecha próxima podrá recordar en sus sueños toda su
pasada reencarnación. Con este secreto todo discípulo, no solamente podrá
recordar su pasada reencarnación sino, además, también podrá recordar todas sus
pasadas reencarnaciones. Lo que se necesita es practicar todas las noches hasta
obtener el triunfo y tener mucha fe.
Samael Aun Weor
Los misterios de la vida y de la muerte
Capítulo 3