La magia y los elementales de la naturaleza

En la entrada anterior hemos dicho que en esta hablaríamos de la magia y de los elementales de la naturaleza. Bien, para comenzar diremos que la magia es una cuestión que siempre ha interesado a los hombres. Muestra de ello son los magos -reales o de ficción- que a lo largo de la historia han permanecido en la memoria de la humanidad: Merlín, Mandraque, los tres Reyes Magos, etc.

Recordamos también al famoso escapista Houdini y en años más recientes al ilusionista David Coperfield, quienes sin ser verdaderos magos, favorecieron la concepción de la magia como un fenómeno un tanto artificioso, espectacular, muchas veces dependiente de trucos visuales y cuyo fin es entretener a un público curioso.

Por eso será que a menudo oímos decir que la magia es cosa de niños, ya que ellos, los más pequeños, ignoran muchas de las cuestiones técnicas y mecánicas que entrañan esas escenas más cercanas a un show de Las Vegas que a la esencia de la verdadera magia.

Ilustración del mago Merlín en el bosque de Brocelianda, Francia
Houdini y Coperfield: sendos ejemplos de lo que la mayoría de las persona entiende equivocadamente como magia


Curiosamente, dado lo que afirmamos en el párrafo anterior, son precisamente los niños quienes más cerca se encuentran de percibir la magia real, ya que a diferencia de los adultos, su mente y su corazón se encuentran más libres de la influencia egoica. En los adultos en cambio, el ego ya se expresa bien como una emoción, un concepto o una creencia que de cualquier forma niegan la existencia de la magia y todo al final por las mismas causas: miedo, ignorancia, escepticismo.

La Gnosis nos enseña que la magia o Teurgia es ante todo sencilla ya que es una manifestación de la Conciencia Divina. Como quiera que nuestra esencia interior es precisamente la expresión de esa misma conciencia en nosotros, podemos afirmar que la magia está dentro de cada ser vivo. En la naturaleza, cada árbol, cada piedra, cada criatura tiene su propia esencia que conforma lo que llamamos el elemental. También hay elementales de la tierra, del agua, del aire y del fuego.

Las culturas nativas americanas están muy familiarizadas con esta magia y ejerciéndola es como logran curar enfermedades y obtener ayuda para sus cultivos, construir sus viviendas, etc. de allí todos esos rituales que rinden culto a la naturaleza.

La película animada Pocahontas (Disney 1995) toca la relación de los pueblos nativos con la naturaleza
Por todo lo que hemos explicado hasta ahora, decimos que si bien todos estamos llamados a vivenciar la magia de forma cotidiana, la práctica de la misma exige cumplir ciertas reglas básicas:

-Tener una excelente concentración antes y durante la práctica.
-Estar ubicados en el eterno ahora para evitar las típicas distracciones de la mente.
-Dejar de lado todo emocionalismo que lleve a actuar de forma impulsiva o temeraria, en síntesis evitar todo desequilibrio emocional.
-Tener voluntad y continuidad de propósito que permita desarrollar día a día la Fe Solar que es requisito. indispensable para el dominio de la naturaleza inferior y la florescencia de la superior.

La cultura gnóstica nos enseña que con disciplina, voluntad y estudio, todos podemos llegar a conocer los secretos que guarda la magia y descubrir al mago interior, nuestro Real Ser interno.

Para saber más te invitamos a ver esta explicación sobre la magia por un instructor internacional de Gnosis.

  

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