El pasado día 4 inició otro año de la Era de Acuario. Se trata de un fenómeno astrológico y celeste.
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| Acuario por Johfra Bosschart |
Un año terrestre equivale a 365 días y un año sideral a 25.698 años terrestres. Un año sideral dividido entre los 12 signos zodiacales da como resultado 2.164 años terrestres, es decir, una era.
El planeta ya ha ingresado a esta nueva era, pero nosotros -la humanidad- aún no lo hemos conseguido.
Al ser la Era de Acuario una época de luz, no podemos entrar a ella con nuestras tinieblas, para esto nos debemos dedicar de una vez por todas a crear la luz en nosotros, es decir ¡despertar conciencia!
Mientras no se complete este requisito las tinieblas en nosotros seguirán invirtiendo los atributos de la nueva era: el movimiento, la cooperación, la intuición, la inspiración y la luz.
El movimiento acentúa la velocidad, de allí la sensación de que el tiempo pasa "volando", que no alcanza, se nos va, etc. La cooperación se torna en competencia y egoísmo, la intuición en intelectualismo, la inspiración en frustración y la luz en oscuridad e ignorancia.
El Cristo es la luz
La Era de Acuario está dirigida por Chocmak, el Cristo Cósmico. El Cristo no es una persona, es una fuerza extraordinaria que llena todos los vacíos que tengamos en nuestra mente, en nuestra psiquis y en nuestra conciencia, cuando por un trabajo bien hecho hemos eliminado los elementos que allí cargábamos.
Esos elementos infrahumanos que en nuestro interior cargamos conforman nuestras tinieblas, por ello debemos darnos a la tarea de ir conociéndolos, comprendiéndolos y eliminándolos con las técnicas entregadas por el V.M. Samael Aun Weor, a través de una super disciplina gnóstica.
La luz en nosotros es indispensable para poder visualizar el camino
Para que el Cristo Cósmico pueda liberarnos, es necesario que en nuestros corazones brille la luz de nuestro Cristo Íntimo.
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