Para curarse de una pena moral

¿Cuántas personas mueren a diario y enferman a causa de sufrimientos morales?

Para curarse de una pena moral existe la fórmula mágica de las rosas. Las enfermedades morales solo se curan con la MAGIA DE LAS ROSAS. Aquellas pobres almas que tengan alguna pena moral muy honda, que se curen con la magia de las rosas. La rosa es la reina de las flores. La rosa está influenciada por Venus, la estrella del Amor, el lucero de la mañana.

"Sobre una mesa se ponen tres vasos de cristal llenos de agua pura, y en cada vaso una rosa. Estos vasos se colocarán formando un triángulo, al Norte, Oriente y Occidente. Cada vaso deberá ser bendecido por el mismo interesado, y éste se tomará tres vasos diarios de esta agua de rosas, en el siguiente orden:

-Antes del desayuno: el vaso del Oriente
-Antes de la comida: el vaso del Norte
-Antes de la cena: el vaso del Occidente


Este tratamiento deberá ir acompañado de una súplica sincera al Íntimo, el Dios Interno del interesado y a la Fraternidad Blanca, para que le ayuden a salir del dolor moral en que se encuentra. Con esta fórmula sostenida por varios días, se curará cualquier pena moral por grave que sea".



El Padre Nuestro: la oración universal

Como quiera que venimos hablando de "la Ciencia de Orar" explicada por el V.M. Lakhsmi en un libro titulado así mismo, hemos querido compartir la oración del Padre Nuestro. Esta oración se encuentra en la Biblia (Mateo 6, 9-13), un libro sagrado no sólo para los cristianos de todas las vertientes si no para aquellos fieles de otras religiones que comparten como una realidad lo que se sintetiza en la siguiente frase: "todas las religiones son gemas preciosas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad". Con esto queremos decir que la oración del Padre Nuestro no es exclusiva de una iglesia o institución y que cualquier persona puede orar así:


           Padre nuestro que estás en los Cielos,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad, así en la Tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día, dádnoslo hoy,
perdona nuestras deudas,
así como nosotros perdonamos a nuestros deudores,
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.


Amén, Amén, Amén.





Muchas oraciones nos han sido entregadas por seres inspirados, que han plasmado armoniosas letras con las cuales podemos servirnos también nosotros, de acuerdo a la necesidad que tengamos. Un buen ejemplo son los Salmos del Sabio Salomón, también recogidos en la Biblia. Para dar gracias por un favor recibido podemos recitar el Salmo 61 o el 100, para pedir perdón por las faltas cometidas el Salmo 86, para pedir protección y salud el Salmo 91, para pedir fortaleza para el arrepentimiento está el 101. 

Orar es una práctica formidable para adquirir la mística, la cual nos ayuda a tener un equilibrio en el diario vivir, apartándonos por un rato del trabajo, los compromisos sociales, el colegio de los hijos, cuestiones que forman parte de la vida pero que no podemos seguir permitiendo que absorban todo nuestro tiempo si queremos recuperar la salud y la armonía.

Gnosis es Ciencia, Arte, Filosofía y Mística. Desarrollar en equilibrio esos cuatro aspectos del conocimiento en nosotros es impostergable, por eso os invitamos a orar mucho, a conversar con vuestro Dios Interno en recogimiento, podéis hablarle con palabras sencillas, como si fuera vuestro padre físico. Él escucha y también responde, solo necesitamos concentrarnos en Él para poder sentirlo y así recibir sus orientaciones. 

La Ciencia de Orar

La Oración es el sistema que el Altísimo nos ha dejado para que, a través de ella, podamos conversar con nuestro Dios Interno.


En la oración encontramos aquel bálsamo para poder soportar todas las vicisitudes que se presentan en nuestro duro camino.

Una oración elevada al cielo, es una plegaria que sigue palpitando en todas las dimensiones del Cosmos infinito, las cuales nos identifican ante el Todopoderoso como cristianos que nos encontramos en este plano Tierra sedientos de Paz, Amor y Sabiduría.

Os invitamos, queridos hermanos,  a que hagamos mucha oración, para poder alcanzar la gracia del Espíritu Santo, Hacedor de todas las criaturas y Dador de vida.

Hermano, tú que te dispones a orar, sugerimos que antes de todo ejercicio de oración, hagas por lo menos diez minutos de respiraciones profundas, tomando el aire por la nariz, imaginando que el Prana, que es fuente de vida y energía, entra como una luz azul por las fosas nasales inundando todo tu organismo: corazón, pulmones, hígado, bazo, páncreas, intestinos, riñones, y que, al exhalar el aliento que lo debes hacer por la boca, expulsas todas las fuerzas negativas y toxinas que se encuentran en tu organismo y en tu sangre, esto te llenará de alegría y de energía.

Después de este ejercicio y en profunda meditación, recita mental o verbalmente cualquiera o todas las oraciones que sepas. Esto te ayudará mucho a entender tus entusiasmos y a encarnar tu Alma.

V.M. Lakhsmi. “La Ciencia de Orar”

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